fbpx Tratamiento de la cistitis (Arándano Rojo y Rosa de Jamaica)

Tratamiento de la cistitis (Arándano Rojo y Rosa de Jamaica)

El sistema urinario está formado por los riñones, la vejiga, los uréteres (que unen ambos riñones a la vejiga) y la uretra, que constituye el conducto de salida de la orina. El tracto urinario, en condiciones normales es estéril, cuando por cualquier causa es colonizado por bacterias, virus u hongos se produce una infección. Las infecciones más frecuentes son las causadas por bacterias procedentes de la materia fecal, en el 80% de los casos por Escherichia coli (E.coli). Otras bacteria como Neisseria gonorrhoeae (Gonorrea) y Clamidia trachomatis (Clamidia) también pueden causar infección del tracto urinario.

Aunque una infección puede afectar a cualquier parte del tracto urinario, las infecciones más frecuentes son las que afectan a la vejiga y uretra. Este tipo de infección, por lo general da únicamente síntomas de tipo local y no suele producir fiebre. Se conoce generalmente como cistitis.

Causas más frecuentes de las cistitis

 

Se estima que la mitad de las mujeres padecen, al menos una vez en su vida una infección urinaria y que el 33% padecen infecciones crónicas del tracto urinario. Las infecciones urinarias son más frecuentes en las mujeres debido a la menor distancia entre el ano y la salida al exterior de la uretra, que además es más corta que en el hombre, lo que hace más fácil la transferencia de bacterias de las heces. Es por eso muy importante mantener hábitos de higiene correctos y enseñar a las niñas que se deben limpiar de adelante hacia atrás después de hacer sus necesidades. También se debe insistir en la conveniencia de vaciar la vejiga y limpiar los genitales tras una relación sexual. En los hombres las cistitis suelen deberse al agrandamiento de la próstata, a la inflamación de la uretra o a la eliminación de piedras o arenillas del riñón que pueden bloquear el flujo de orina.

La edad es otro factor que predispone a padecer cistitis. Por debajo de los siete años de edad, puede afectar al 9% de las niñas y el 2% de los niños. Durante los primeros meses de vida es más frecuente que aparezcan infecciones en los niños que en las niñas, sin embargo, a partir del año se invierte y es más frecuente en las niñas. También en las mujeres a partir de la menopausia y en los ancianos en general hay un aumento en la aparición de infecciones de orina de repetición.

Síntomas

Si se trata de cistitis, los síntomas principales son: dolor u ardor al orinar; frecuente necesidad de orinar, incluso poco después de haber vaciado la vejiga, con la sensación de no haber vaciado completamente; orina turbia o con sangre que puede tener un olor fuerte o maloliente; presión o calambre en la parte inferior del abdomen que pude reflejar a la espalda y en algunas ocasiones fiebre baja,  aunque la fiebre siempre debe hacer sospechar que la infección puede haber subido hacia los riñones, por lo que se debe acudir al médico.

Se debe acudir urgentemente al médico si hay uno o varios síntomas de los que siguen: dolor en la zona de los riñones; fiebre (38º o más); escalofríos y temblores o sudores nocturnos; fatiga y sensación general de malestar; dolor de espalda, en el costado o en la ingle, o en ocasiones en la barriga; náuseas y vómitos y, sobre todo en los ancianos, confusión mental (que a veces en este grupo de población puede ser el único síntoma).

Diagnóstico y tratamiento convencional de la cistitis

La mayoría de las veces el médico puede determinar si hay una infección de orina solo por los síntomas clínicos, hoy existen unas tiras reactivas que permiten al médico saber en pocos segundos si hay infección de orina solo mojando la tira en la orina.  En caso afirmativo el tratamiento generalmente se realiza con antibióticos o antibacterianos urinarios según la gravedad de la infección. Debido a que las cepas de la principal bacteria que causa este tipo de infecciones (E. coli), ha creado resistencia a los antibióticos, sobre todo en mujeres con cistitis de repetición, a menudo es necesario realizar un cultivo de orina para determinar el antibiótico más eficaz en cada caso.

La infección que vuelve una y otra vez

Aunque los antibióticos son casi siempre efectivos para eliminar la infección de la vejiga, el tratamiento con antibióticos no necesariamente previene infecciones recurrentes en la misma persona. Además, en ocasiones, pueden encontrarse bacterias en orina en personas que no tienen síntomas. En estos casos no es conveniente el tratamiento con antibióticos ya que puede promover el aumento de las resistencias bacterianas que supondrían el riesgo de que los mismos no sean eficaces si se producen infecciones más graves.

En los últimos años, ha venido a sumarse a los tratamientos convencionales la fitoterapia que se ha mostrado muy útil tanto en el tratamiento conjunto con antibióticos o antisépticos urinarios de las cistitis como en su contribución a la prevención de las cistitis de repetición.

Dos de las plantas más novedosas son el arándano rojo americano (Vaccinium macrocarpon Aiton) conocido también por su nombre común en inglés “cranberry” y el hibisco o “rosa de Jamaica(Hibiscus sabdariffa L).

ARÁNDANO ROJO AMERICANO, CRANBERRY (Vaccinium macrocarpon) 

El jugo de arándano rojo americano (cranberry en inglés) fue tradicionalmente utilizado por las tribus indígenas de Norte América y Canadá para las infecciones de orina de sus mujeres. Tiene un sabor fuerte, algo amargo y ácido, beberlo causa a algunas personas trastornos gastrointestinales. En la actualidad, la tecnología ha permitido obtener extractos estandarizados en principios activos que se han mostrado eficaces en el tratamiento y prevención de las infecciones de orina sin estos inconvenientes.

Los principales constituyentes del arándano americano son unas sustancias que se llaman proantocianidinas (PAC). La eficacia del arándano rojo en las infecciones urinarias se basa principalmente en la capacidad que tienen las proantocianidinas (PAC) para evitar la unión de las cepas patógenas de la bacteria E. coli y de otros microbios a la pared de la vejiga, por lo que no pueden colonizar y las bacterias se excretan por la orina directamente sin causar daño. Esta actividad se ha demostrado en muchos estudios.

Los resultados de un estudio en doble ciego con 150 mujeres, publicado por la American Urological Association (Avorn, 1994), que tuvo un año de duración, demostraron que el arándano americano reduce de manera significativa el número de infecciones de la vejiga y otro estudio (Sthothers L. de 2002) demostró que disminuía las infecciones de repetición.

En el caso de infección se recomienda la administración conjunta de arándano americano para ayudar al tratamiento ya que al impedir la adhesión de las bacterias al epitelio refuerza la acción del antibiótico. En la prevención de las cistitis de repetición o en las infecciones sin síntomas, en que no está aconsejado el tratamiento antibiótico a fin de no crear resistencias, se aconseja realizar tratamientos periódicos con arándano rojo para bajar la colonización de las bacterias e impedir el desarrollo de las infecciones. La dosis total diaria de PAC puede repartirse en dos tomas, una de las cuales es conveniente que se haga por la noche, ya que el retraso en el vaciado de orina que se produce durante la noche favorece la acción de las proantocianidinas, que pueden alcanzar una mayor concentración en la orina.

El efecto de las proantocianidinas se ve incrementado en presencia de vitamina C, que además mejora el sistema inmunitario.

HIBISCO, ROSA DE JAMAICA (Hibiscus sabdariffa L)

Las flores del hibisco o rosa de Jamaica se han utilizado de forma tradicional, tanto en África como en los países caribeños,  para preparar infusiones y otras bebidas por sus propiedades diuréticas y antihipertensivas.

En distintos estudios se ha demostrado que además de tener un efecto diurético, las sustancias flavonoides de la flor de Jamaica tienen acción antibacteriana y antiinflamatoria. Los extractos también acidifican la orina, formando un ambiente menos favorable para el crecimiento de las bacterias.

Debido a las propiedades sinérgicas el arándano rojo americano, la rosa de Jamaica y la vitamina C, pueden considerarse una buena asociación para ayudar a los tratamientos de las cistitis y a la prevención de las mismas.

Fuente: Cien por Cien Natural SL

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